
Es un tema difícil para mí. Mi juventud no me asocia con algo bueno ni agradable. Lo, que siempre voy a recordar, es que no tenía mucho contacto con mi madre y en los momentos, cuando nos vemos ella se comportaba muy raro. Ahora ya entiendo que era enferma. Mi padre tampoco pasaba mucho tiempo conmigo. Era un rey pues le obligaban muchas otras cosas. Pero lo peor para mí era su muerte prematura. Por eso siempre me faltaba algo, algo muy importante – el amor de la familia. Muy buen contacto tenía con mi tía Margarita, que era una regente. Ella siempre hablaba mucho conmigo, me ayudaba resolver los problemas y creó una atmósfera familiar posiblemente mejor. En este momento de la vida la política no me interesaba mucho. Cómo el heredero del trono no podia comportarme como otros de mi edad. Me hubieran prohibido jugar con otros jóvenes más que una hora al día o pasar mucho tiempo fuera. Pero eso no me molestaba mucho. Me encantaba aprender pues muchas veces estaba leyendo todos los días.Había sido educado por Guillaume de Croy, seńor de Chičvres y por Adriano de Utrech, que más tarde sería papa con el nombre de Adriano VI.