Carlos V
la soberbia armadura; el que ha forjado
en Toledo este arnés; quien ha domado
el negro potro del desierto moro...
El que tiñó de púrpura esta pluma,
que al aire en Mulberg prepotente flota,
esta tierra que pisa, y la remota
playa de oro y de sol de Moctezuma...
Todo es de este hombre gris, barba de acero,
carnoso labio socarrón y duros
ojos de lobo audaz, que, lanza en mano,
recorre su dominio, el Mundo entero,
con resonantes pasos, y seguros.
En este punto lo pintó el Tiziano.
Manuel Machado
Europa en tiempos de Carlos V
poniedziałek, 15 marca 2010
LA BATALLA DE VILLALAR
La Batalla de Villalar fue el episodio decisivo de la Guerra de las Comunidades en la que se enfrentaron mis fuerzas y las de la Junta Comunera capitaneadas por Juan de Padilla*, Juan Bravo y Francisco Maldonado, ocurrida el 23 de abril de 1521 en la localidad de Villalar.La batalla fue ganada por mi y puso fin a la Guerra de las Comunidades en el norte de Castilla, donde fueron decapitados el día 24 de abril los tres capitanes comuneros. El ejército comunero salió el 23 de abril de 1521 de madrugada hacia Toro, ciudad levantada en comunidad. Era un día de lluvia, el menos propicio para hacer un desplazamiento militar. Los soldados del ejército comunero habían presionado horas antes a Padilla para que realizara algún movimiento en la zona. Éste, decidió partir hacia Toro en busca de refuerzos y aprovisionamiento. El ejército fue recorriendo el camino hacia Toro, cuando, a la altura de Vega de Valdetronco, la batalla ya era inevitable. La lluvia seguía cayendo con fuerza, y Padilla se vio obligado a buscar un lugar propicio donde realizar la batalla.
*Juan de Padilla fue un hidalgo y revolucionario castellano, conocido por su participación en la Guerra de las Comunidades de Castilla.
poniedziałek, 8 marca 2010
LA SITUACIÓN INTERIOR EN MI PAIS (LAS COMUNIDADES DE CASTILLA)
La situación interior era muy difícil especialmente al principio. Yo era primero, que había reunido las Córonas de Castilla y Aragón en las manos de una única persona. Para tener con ambas córonas las relaciónes amistosas no podía enterar los cambios muy rápido. Por eso les dio mucha libertad. Podían conserver sus autonomías, leyes, instituciones,... era seguro para mí, que los habitantes de estas tierras no se rebelarían. Pobre yo, que pensaba ,que en política existe la palabra “seguridad”. En el año 1520 oí las primeras voces de decepción de las tierras castellanas. No les gustaba, que no conocía la lengua castellana y que me rodeaba de los consejeros flamencos. Decían también, que no me contaba con ellos en las cosas más importantes como los impuestos. Pero no era verdad. Yo con mis consejeros tuvieramos simplemente otra visiÓn, que era bueno para todos los territorios. Mi único error era, que cargé los gastos de mi coronación a Castilla. Eso era injusto y ahora ya lo sé pero antes pensaba en otra manera, que es la major solución de los problemas financieros del Estado. Esa situación llevó a una revuelta. Los comuneros, al mando de Juan de Padilla, fueron vencidos por mi ejército en la batalla de Villalar.
Esto hizo darme cuenta, que debería prestar más atención a España, que era el germen de mi gran Imperio. Empezó a aprender el idioma, bajé los impuestos y limité el papel politico de los flamencos.
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